Durante esta pandemia muchas empresas han tenido problemas adaptándose a los cambios radicales que han surgido. Problemas como tener que cambiar su forma de vender y hacer las cosas ahora en línea.
Es por esto por lo que varios de mis clientes se encuentran en la encrucijada de cómo llevar a su empresa a un siguiente nivel y mantenerse competitivos en un ambiente muy agresivo.
Existen varios factores a considerar y en esta ocasión decidí abordar el tema de los sistemas que tienen las empresas, con esto me refiero a las políticas y procedimientos. Toda la estructura que lleva a dar resultados de manera consistente, predecible y estándar.
Hoy en día, y bajo la nueva normalidad, existen muchos cambios. La mayoría de las empresas han reaccionado muchas veces de manera tardía. Los empleados atienden a los clientes como mejor pueden o se les ocurre, y a veces, sin tener en cuenta las necesidades de estos o a la empresa. Esto ha llevado a situaciones en las que cada empleado interpreta y explica las diferentes reglas o políticas a los clientes y estos se decepcionan de las empresas, llegando a generar quejas ante Profeco o hasta “quemones” en redes sociales.
Tener políticas y procedimientos bien definidos, estructurados, aprobados y por escrito nos da varias ventajas al operar una empresa. Rápidamente puedo mencionar que permite tener mejor capacitado al personal y desarrollar al talento de nuestra organización con un mejor enfoque. Asegura un nivel óptimo y estandarizado de servicio al cliente y algo muy importante, nos ayuda a tener la información necesaria para la toma de decisiones y se convierte en herramienta invaluable para optimizar costos.
Por Diana Roch B
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